My Life is in His Hands
December 31, 2020
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January 28, 2021
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La consistencia es esencial

La consistencia es esencial en muchos aspectos de la vida. Considera, por ejemplo, la industria alimentaria. Cuando compras un producto en un supermercado, buscas consistencia, no algo fantástico una vez y terrible la próxima vez. Ya sea en la fabricación o en los atletas que se preparan para el próximo juego, la consistencia es esencial para el éxito. Entonces no debería sorprendernos que, para una crianza exitosa, la consistencia sea absolutamente esencial.

La consistencia debe comenzar cuando los niños son bebés, a través de consistentes rutinas. Rutinas y horarios son los mejores amigos de los padres, porque una vez que llegan a formar parte de las vidas de sus bebés, a ellos les encantan. A menudo, los padres implementan rutinas cuando los niños son bebés, pero durante la siguiente etapa infantil, la del niño pequeño, las abandonan, porque el niño empieza a manifestar sus primeras opiniones: decir que no a la hora de ir a la cama, o ignorar las órdenes de sus padres. A menudo, el pequeño insistirá en llamar la atención, y constantemente interrumpirá al papá o a la mamá cuando está tratando de hablar con otra persona. En todas estas situaciones y en otras cien, se necesita consistencia. No permitas que el sentimiento de culpabilidad te afecte, sólo por el hecho de que seas un padre o una madre que trabaja. No cedas a los caprichos de tu hijo, solo para compensar los sentimientos de culpa generados por el hecho de que tu cónyuge y tú trabajan. El darle al niño todo lo que quiere, solo traerá como resultado que él se crea con derecho a reclamar cualquier cosa, y esta actitud irá empeorando a medida que crezca. Los padres solteros también sienten a menudo que no pueden implementar reglas o disciplinas porque están en desventaja. Todas estas son falacias de la paternidad permisiva, que terminan lastimando al niño.

Los padres responsivos tienen que dejar de hacer lo que está haciendo, y seguir la rutina independientemente de la protesta del niño. Si estás con otras personas, es preferible que tomes al niño, y lo hagas salir de la habitación. Si haces esto constantemente, ganarás. Sin embargo, si lo haces a veces y otras veces no, habrás perdido la batalla. Nombra cualquier área del desarrollo del niño: comer correctamente, desarrollar diferentes gustos, ir al baño, recoger y cuidar juguetes, respetar a otras personas, compartir con otros. La consistencia es la clave. Sigue la misma rutina, y si te tropiezas con un obstáculo, no te rindas ni te des por vencido. Con cada meta alcanzada, tu hijo estará mejor preparado para las futuras etapas de su desarrollo. Lo más importante es que serás un padre responsivo en lugar de luchar la batalla reactiva sobre todos estos pequeños problemas. A veces parece que es más difícil pelear la batalla y ganarla con tu hijo, pero en realidad, ésta es la manera más fácil. El estilo permisivo de crianza, engaña a los padres haciéndoles creer que una manera permisiva es más fácil, cuando en realidad es imposible.

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