My Life is in His Hands
December 31, 2020Stand Tall
January 28, 2021Necesitamos un Redentor
El caos puede salir de la nada y dejarnos ciegos, antes de que sepamos qué nos ha golpeado. Como la vez en que Marilyn y yo debíamos abordar, desde Miami, un avión hacia Antofagasta, Chile, pero descubrimos que la aerolínea estaba en huelga. Para empeorar las cosas, ninguna otra aerolínea aceptaba nuestros boletos, porque Braniff Airlines no nos respaldaría con el pago. Cientos de personas estaban sentadas, muchas inclusive en el piso, porque no había más asientos. Los rostros de la gente mostraban desconcierto, frustración y enojo. Todavía recuerdo la sensación de impotencia que sentí cuando, después de esperar mi turno para ver si había una solución, fui a decirle a Marilyn que estábamos atrapados. La impotencia apenas describe la sensación que se experimenta cuando no hay respuesta, y parece que tampoco hay alguien que pueda ayudar a encontrarla. Mi lista de experiencias caóticas podría seguir y seguir como la tuya, porque a veces la vida queda fuera de nuestro control. Cuando esas cosas indeseables nos pasan y no podemos detenerlas, experimentamos una gama de emociones negativas. Sólo cuando entregamos a Dios el problema, él nos ayudó a encontrar una solución. Nos sacó de la confusión cuando confiamos en él, como lo ha hecho en numerosas ocasiones.
Experimentamos emociones negativas poderosas, durante y después de un evento traumático que puede causarnos pensamientos intrusivos y dolorosos durante mucho tiempo. El dolor del evento puede jugar en nuestro cerebro como un video en bucle. Necesitamos a alguien que nos ayude a resolverlo todo. Anhelamos la claridad en la vida, la capacidad de dar sentido a las situaciones aparentemente sin sentido. Algunos de nuestros peores recuerdos pueden tener que ver con relaciones rotas debido a la muerte, el divorcio, el conflicto u otros problemas. A veces simplemente no sabemos cómo arreglar personas rotas, pero Dios sí. Necesitamos ayuda para resolverlo todo. Existe Alguien que puede redimir nuestras vidas destrozadas, y dar sentido al caos: es Jesús, el Redentor.
En el libro de Ruth, en la Biblia, hay una historia sobre la redención. Noemí ha sufrido enormes pérdidas: su esposo y sus dos hijos han muerto. Se ha quedado con un vacío que no puede llenar, y una desilusión que no puede superar. Empobrecida, destrozada y sin esperanzas, ella ha regresado con su nuera Ruth a su tierra natal. Dios viene al rescate de Noemí, y le envía un redentor para cambiar su situación. Así como Dios redimió la pérdida y las experiencias caóticas en las vidas de Noemí y Rut, lo hace por nosotros hoy. La vida a menudo está llena de caos, y nos deja en un torbellino de confusión. ¿Qué hacemos en esos momentos? Miramos al Redentor: Jesucristo, que puede convertir el caos en significado y propósito. Ese caos frecuentemente proviene de nuestro propio pecado, y otras veces de los errores de otros. Dios, sin embargo, se especializa en convertir el caos en significado cuando le pedimos su ayuda. De eso se trata el libro de Ruth: dos personas que se dan cuenta de que necesitan un redentor. Buscan la ayuda de Dios, y él redime sus vidas. Él también puede hacer lo mismo por ti hoy.