You Are Light
September 20, 2024Tú eres luz
El apóstol Pablo dijo a los efesios: “Vosotros sois luz en el Señor” (Efesios 5:8). Nuestra luz es generada por el Sol pero reflejada por la Luna. No se origina con la luna, sino que la luna difunde la luz del sol. Esto es lo que les sucede a los que están en Cristo. Ustedes salen de las tinieblas y reciben esa luz que viene del Hijo. Comienzas a reflejar a Cristo en tu vida a un mundo oscuro.
Pablo nos instruye: “Vivan como hijos de luz (porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) y descubran lo que agrada al Señor” (Ef 5:8-10).
Corrie ten Boom, superviviente de Auschwitz, comparte una experiencia en la que el personaje de su padre compartió la luz con un cliente. Fue durante tiempos difíciles cuando la familia tenía necesidades financieras. Un cliente adinerado entró y compró un reloj caro. Sin embargo, cuando su padre estaba cerrando el trato, el cliente mencionó que intentó que el joven competidor del Sr. Ten Boom reparara su viejo reloj, pero no pudo arreglar el viejo reloj. El padre de Corrie pidió verlo, lo abrió, hizo un ligero ajuste y se lo devolvió, diciendo: “Vaya, eso fue un pequeño error. Ahora estará bien. Póngase en contacto conmigo si alguna vez tiene un problema con uno de sus relojes. Ahora te devolveré tu dinero y tú me devolverás mi reloj. Corrie inmediatamente le preguntó a su padre cómo podía rechazar esa compra cuando estaban tan necesitados. Su padre respondió: “Corrie, ¿qué crees que habría pensado ese joven cuando se enteró de que uno de sus clientes había ido al Sr. Ten Boom? Debemos honrar el nombre del Señor en todo momento y de todas las maneras. En cuanto al dinero, confiaremos en el Señor, Corrie. Él es dueño del ganado en mil colinas, y cuidará de nosotros”.
Si queremos brillar para Cristo, debemos estar con él tal como lo hicieron Pedro y Juan. Cuando fueron juzgados ante el Sanedrín, respondieron de tal manera que el Sanedrín tuvo esta reacción: “Cuando vieron la valentía de Pedro y de Juan y se dieron cuenta de que eran hombres ordinarios e incultos, se asombraron, y se dieron cuenta de que estos hombres habían estado con Jesús” (Hechos 4:13).
Un hombre le llevó a su esposa una caja de cerillas que brillaba en la oscuridad. Después de dársela, apagó la luz, pero no se pudo ver la caja de cerillas. Decepcionada, comenzó a mirarlo para ver si algo andaba mal. Entonces la esposa notó unas pequeñas palabras en la caja: “Si quieres que brille en la noche, mantenme en la luz”. Así es con nosotros: “Si queréis resplandecer en la noche, manteneos en la luz de Cristo”.